Ser tú mismo es que tengas el valor de exponerte, de ser frágil, de gritar y de decir lo que sientes.
Es desnudar tu alma, es dejar caer las máscaras, bajar las armas, destruir los inmensos y fuertes muros que tú mismo insistes tanto en construir para tu supuesta protección.
Prefieres un nudo en la garganta a las lágrimas que nacen de lo más profundo de tu ser.
Princesa Inca